TANI TANI Boletín electrónico, Nr.599- Año VI, 07 -06-2012  

conos
La nueva tecnologia de conos ("chulus") para la obtención de litio. Foto: Robert Sieland

Bolivia puede producir baterias

Japón vrs. Corea

Ningun carbonato de litio

Films, documentales

Austria tiene interés

Echazú declara:

Estudio sobre Litio (J.Ströbele Gregor)

China proveera planta piloto de baterias litio

Corea cátodos de litio

Echazú vrs. Zuleta

Sustitución del litio?

Litio industrial

El acuerdo con Corea

Un paso adelante...

Estudio de Jaime Claros

Coreanos patentan

Entrevista Robert Sieland

tanitani1@web.de

 

Entrevsita a Robert Sieland[1]

30-4-2012  Andrea Lammers & Muruchi Poma

Cara a la conferencia “La extracción del litio en Bolivia”, organizada por la asociación Ayni e.V. (www.ayni-ev.de)  y que se llevará a cabo el 22-09-2012 en Leipzig, Alemania, presentamos la siguiente entrevista a Robert Sieland (R.S.). La misma aclara muchas dudas en cuanto a la explotación del litio en el Salar de Uyuni. Agradecemos mucho su aporte. Hemos tratado que sus explicaciones científicas sean comprensibles para todos y estén fuera de cualquier tinte político.
(texto en alemán ver aqui:http://www.amigo-latino.de/2012_06_interview_RS.pdf )

Robert Sieland (R.S.)es geoecólogo. Estudió desde el año 2003 hasta el 2009 en la Academia de Minas de Freiberg y se especializó en hidrogeología e hidrología. Inmediatamente después de su estudio empezó con su promoción sobre el tema “Hidráulica y Geoquímica en el Salar de Uyuni”. Del año 2009 hasta 2011 estuvo tres veces en Bolivia con fines de su trabajo de investigación.

En relación a los yacimientos de litio a nivel mundial se maneja números increíbles y diferentes conceptos y términos como “reservas”. Unas veces  se presume que  Bolivia, principalmente en el Salar de Uyuni, tenga 70 % pero otras veces se habla de aproximadamente 20 % del litio a nivel mundial. ¿Existe una estimación  no interesada, sería, y científica al respecto?

 

Recursos:

"Recursos son las cantidades de materias primas..."

 

Reservas:

"Reserva es la parte del recurso que..... puede ser extraída con los

actuales medios técnicos y económicos"

R.S. En primer lugar debemos diferenciar entre recursos y reservas.  Recursos son las cantidades de materias primas que verdaderamente existen en la naturaleza, las que pueden ser obtenidas teóricamente ahora y en el futuro.

¿Dices teóricamente?

R.S. Teóricamente se refiere a la cantidad total. Reserva es la parte del recurso que por un lado cumple las exigencias físicas y químicas de métodos de extracción y producción, y por otro lado puede ser extraída con los actuales medios técnicos y económicos.  Eso quiere decir que las reservas son siempre inferiores a los recursos en cuanto a cantidad se refiere.

¿Podríamos cuantificarlo en porcentajes?
R.S. No es posible dar relaciones generales, pues eso siempre depende de qué recursos se observe. 

Si ahora nosotros contemplamos los yacimientos de litio, entonces debemos prestar atención a qué cifras se refieren los recursos y a qué las reservas. Las estimaciones son relativamente dispares: el año 2008 se calculó los recursos totales a nivel mundial a cerca de 30 millones de toneladas.  Con el tiempo se viene  descubriendo más yacimientos  con la consecuencia de la subida de las estimaciones totales. Actualmente, 2012, las nuevas cifras de USGS (US Geological Service) alcanzan a 34 millones de toneladas. Las reservas, contrariamente,  están según USGS por los 13 millones de toneladas.

¿Y cuál es la estimación para Bolivia, cuántas toneladas de litio podrían existir en el Salar de Uyuni?

R.S. Ahí las cifras difieren gigantescamente: El USGS, que a mí opinión es una fuente seria, parte de  5,4  hasta 9 millones de toneladas  en cuanto a la cantidad de recursos del Salar de Uyuni. Hasta  el año 2009 su reporte  anual manejó  la cifra de 5,4 millones de toneladas pero ahora la subió a 9 millones.

El gobierno boliviano afirma que en el Salar de Uyuni existiera una cantidad total de 350 millones de toneladas  de litio, e indica que 40% de ese volumen serían extraíbles. En ese caso estaríamos hablando de 140 millones de toneladas litio. Como verás esto está por encima de toda estimación mundial.  Debiéramos ser muy cuidadosos. Incluso la “simple” cifra de 9  de los 34 millones de toneladas sería mucho: todavía estaríamos hablando de un cuarto (26%) de los recursos mundiales de litio.

Juliana Ströbele-Gregor escribió últimamente de existir dos factores que deben ser tomados en cuenta y en eso se refirió a tu opinión: por una parte la porosidad de las capas de costra del Salar de Uyuni, y por otra la profundidad de las perforaciones. Los bolivianos posiblemente calculen con los resultados de aquellas perforaciones  de 220 metros de profundidad.

R.S. Ciertamente, y ahí se separan los genios. Todos los datos de distribución del litio provienen de los años setenta y ochenta del siglo pasado. A fines de los setentas un grupo de investigadores franceses  hizo investigaciones minuciosas aunque sólo de la parte de arriba de la crusta. La misma alcanzó una potencia de hasta 11 metros. Para esa capa superior de sal  dieron sus estimaciones  y reportaron 9 millones de toneladas. Y esa es, a mi opinión, la cifra que también el USGS  aún la utiliza actualmente.


Posteriormente, sin embargo, se hicieron perforaciones más profundas. En los años 1986 y 1999 se alcanzó 120, incluso hasta 220 metros de profundidad. En eso se constató que el Salar está compuesto no sólo de una capa de crosta salar, sino más bien de muchas capas de arcilla separadas de unas a otras. Eso tiene mucho que ver  con el génisis del salar.

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La construcción de conos en su fase inicial. Foto: R.S.

"....se hicieron perforaciones más profundas. En los años 1986 y 1999 se alcanzó 120, incluso hasta 220 metros de profundidad."

"Lo interesante de esa perforación de 220 metros de profundidad es que ella terminó en una capa de sal. Eso significa que  aún no se alcanzó el complejo basal. La cuenca debe ser más profunda"

Lo interesante de esa perforación de 220 metros de profundidad es que ella terminó en una capa de sal. Eso significa que  aún no se alcanzó el complejo basal. La cuenca debe ser más profunda. Es muy probable  que el gobierno boliviano haya tomado esa profundidad de 220 metros, por lo que se animó a decir “allí hay todavía sal, entonces también debe haber litio”, y asumió, para sus cálculos,  la concentración y porosidad de la superficie. De esa manera llegarían los del gobierno a esas cantidades gigantescas.

¿Entonces debiéramos despedirnos de la imagen de un salar con una crusta arriba y abajo agua salada, tenemos que pensar más bien en un queso suizo?

R.S. Naturalmente. Existe una capa dura de sal, pero ésa tiene poros, pequeñas cavidades y grietas. En esas cavidades  está la solución salina. Y el punto clave de todos esos cálculos está en la porosidad de esa capa salar. Al efecto no existen absolutamente  informaciones serias.  La única al respecto  es la del grupo francés. Ellos estimaron una porosidad de 30 hasta 40 por ciento con un método no comprensible. Es un valor muy alto y encima la usaron para calcular la costra total del Salar. Por el contrario, sospecho que  la porosidad disminuye cuanto más profunda, pues siempre hay capas salinas  apiladas y que comprimen todo. En ese caso, ninguna cavidad más grande que fuera puede mantenerse. Eso quiere decir aún cuando tengamos profundas  capas salinas, antes desconocidas, puede ser que la porosidad sea más baja de lo que por entonces se había supuesto, por lo que no es posible extrapolarla  a la cantidad total de litio en la salmuera. Es necesario hacer nuevas investigaciones.

Hemos llegado a un punto donde tal vez debiéramos aclarar la pregunta: ¿de dónde procede el litio?

R.S. Es una buena pregunta, con la que también se ocupa nuestra investigación. La cuestión en si es por qué  se encuentra en la zona de afluencia principal del Rio Grande tan alta concentración de litio, de  varios gramos por litro. Hay varias teorías al respecto. Se sospecha que el litio procede de la roca volcánica. Toda la zona tiene origen volcánico y con el correr de los miles y millones de años la roca se descompone y las sales son lavadas por la lluvia. Y como el Salar de Uyuni se encuentra en una cuenca cerrada sin desagüe  toda agua fluye al nivel más bajo. En otras palabras, el Salar es el punto mínimo en ese  altiplano.

Los ríos fluyen allí y no hay una salida. Es decir, el agua se evapora. Luego, las sales arrastradas consigo se cristalizan y conforman esa costra salar.  Esa es una teoría de cómo llegó allí el litio. Pero por qué se encuentra allí [zona de Rio Grande] una alta concentración de litio en relación a otros lugares, ahí desempeñan un papel otros procesos.

¿Por qué el litio no se queda en la sal sino se concentra en la salmuera?

R.S. Se debe al hecho de que el litio es un elemento reactivo. Reacciona inmediatamente toque un poco de agua. Es decir, preferentemente se dirige al agua y se mantiene en su mayor parte en esa solución.  Por esa razón es bajo el contenido de litio en la sal, solo el 10 % de lo que contiene la solución salina.  Teóricamente se puede extraer litio de la sal dura pero no sería nada económico. Si pudiéramos secarlo totalmente el Salar de Uyuni, entonces tendríamos litio como sal, como carbonato de litio o cloruro de litio. En ese caso podríamos extraerlo como combustible sólido.

Con lo que tocaríamos el tema obtención de litio. ¿Los aficionados cómo podemos explicarnos la extracción de litio de la salmuera?

R.S. A decir verdad, comparativamente tenemos allí una alta concentración de litio, sin embargo, para obtenerlo técnicamente el contenido es muy, pero muy bajo, en partes está por debajo del 1 %. Para extraer el litio de allí se necesita mucha energía en el proceso de tratamiento. Para configurar una obtención económicamente adecuada de litio la solución salina debe ser primeramente desconcentrada. Al efecto se utiliza las condiciones naturales, el sol y viento para evaporar el agua  y enriquecer el litio que quedó hasta el final en la solución del agua. Una segunda ventaja de esa evaporación es que se puede separar sales, que no las necesitamos, nos referimos al cloruro de sodio y cloruro de potasio. Ésas caen entonces como sólidos y se las pueden separar.     

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Ultimando los trabajos de los conos. Foto:Sven Kühnel

¿Cuánto de litio contiene un litro de salmuera en Uyuni, es decir en promedio?

R.S. Es muy diferenciado, pues el litio no está distribuido equitativamente en todo el Salar. El contenido fluctúa entre 300 mg. y por encima de  2.000 mg., pero en promedio son 500 miligramos de litio, la mitad de un gramo por litro, entonces mucho menos que 0,1 %. Un litro pesa hasta 1,2 kilos por su contenido de sal.

¿Esos datos son comparables con otros lugares de yacimientos grandes como por ejemplo el del desierto de Atacama?

R.S. No, allí hay concentraciones más altas.  El yacimiento de Atacama es de por si algo singular en el mundo, es el mejor yacimiento después de todo.  En relación a otros salares el Salar de Uyuni tiene de todas maneras un contenido muy alto de litio.

Se sabe que existen diferentes métodos de concentración de litio. ¿Podría decirnos algo al respecto?

R.S. En el desierto de Atacama se genera hoy la producción de litio más alta del mundo (cerca de 70 %). La evaporización se efectúa en piscinas gigantes. Es decir allí se construyó piscinas de varios kilómetros cuadrados, se la  inunda con soluciones salinas  y se la deja evaporar por medio de la irradiación solar. Luego se espera. Y se espera pacientemente.  Una vez alcanzada una determinada concentración  la solución se la puede casi despegar y en el próximo paso es su tratamiento.  Con similares piscinas gigantes  experimenta también el gobierno boliviano en el Salar de Uyuni. Pero el problema central es que allí reina otras condiciones climáticas que en el desierto de Atacama. Es pues un lugar más seco de la tierra con una precipitación de 10 litros por m² año. En el Salar de Uyuni tenemos por el contrario una temporada de lluvia desde diciembre hasta marzo y se tiene una precipitación de 150 litros por metro cuadrado año. En verdad eso es poco en relación a Alemania, donde tenemos 800 litros por m², pero es lo suficiente en la temporada de lluvia para hacer imposible la evaporación.

La Universidad Técnica Academia de Minas de Freiberg escogió otro camino y tienen ese “proyecto de conos”. Ese cono se parece un poco a un “chulu”, gorro boliviano...
R.S. La UT de Freiberg  tiene contactos estrechos con la Universidad de Potosí de Bolivia desde hace 40 años. Y en base a esa buena relación de años el participante de cooperación boliviana nos planteó la propuesta  de desarrollar un proyecto conjunto que se ocupe con el yacimiento del Salar de Uyuni. En el año 2007 se realizaron las primeras charlas, luego se hicieron los convenios respectivos. Hemos reflexionado que debiéramos acelerar la evaporación más que en las piscinas gigantes. De esa forma llegamos a la construcción de conos. El procedimiento es así que la salmuera, que está debajo de la costra, es bombeada hacia la cúspide del cono y luego ella fluye por la superficie exterior del cono. Es decir le hemos adicionado un movimiento más donde utilizamos el sol y viento y la evaporación es más rápida y efectiva.  

¿Y cuál es la diferencia medible?

R.S. Con los conos tenemos „una cosecha madura“ de la solución salina en pocos días, en lo máximo una semana. Eso dura en las piscinas entre 8 a 12 meses, en donde uno debe tomar en cuenta los tres meses de lluvia y  el tiempo largo de las inundaciones. Eso quiere decir que un año no es suficiente en el caso de que se tenga una precipitacion justo antes de que termine el proceso de evaporación.

¿Sin embargo, esos conos no son relativamente pequeños?

R.S. Los prototipos, que los hemos desarrollado, son en lo máximo de 3 metros de alto y fueron construidos de materiales simples y disponibles en todas partes, es decir son barras de fierro y plásticos planos  o diferentes telas. Es imaginable construir el cono directamente de la sal amontonándolo y tenderla sobre su superficie una lona. En ese sentido son bajos  los costos del cono. Naturalmente, un cono pequeño es rápido pero no suministra mucha cantidad. Para un manejo industrial, es necesario parar un centenar  de esos conos. Hemos calculado que necesitaríamos unos 300 conos. Los mismos, que están en etapa de desarrollo, aún podemos optimizarlos para procesos de una mayor cantidad de soluciones salinas mediante diferentes tamaños y diámetros.

¿Suena como si fuera fácil la separación de otras sales?

R.S. Exactamente. Con el cono eso sucede en forma elegante. Las sales desagregan en fila por la superficie externa, donde, químicamente, ya no pueden disolverse en agua. Primero cae el cloruro de sodio, que existe en una mayor cantidad en la solución. Si sé hasta qué punto tengo la concentración del  cloruro de sodio, entonces puedo casi parar el proceso, rasparla y venderla  como sal comestible. Luego, si dejo correr el proceso entonces caerán el cloruro de potasio, el sulfato de magnesio y otras sales. De esa forma tengo una separación de tiempo de las sales y puedo rasparlas oportunamente. 

¿Y al final de esa secuencia queda el litio?

R.S. Sí, porque el litio tiene un alto grado de solubilidad por eso se queda hasta el último en la solución

¿Sí los conos tuvieran que competir con las piscinas del gobierno boliviano, suponiendo que logren producir litio, tendrían que construir cerca de 4.000 conos para obtener la misma cantidad de carbonato de litio? Estaríamos frente a un bosque de conos….

R.S. Es posible.

Sin embargo, el Salar de Uyuni es muy grande, casi cuatro veces que el Estado de Saarland o la mitad de Sajonia Anhalt de Alemania…….

R.S. Claro, diez mil metros  cuadrados.  Pero debemos tomar en cuenta que en un “bosque de conos”, éstas se interrelacionan, por ejemplo sube la humedad atmosférica. Eso quiere decir que la efectividad de la evaporación se reduciría.  De ahí que es necesario construir grupos reducidos de conos y separarlos de unos a otros.

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Módulo de conos listos para producir litio. Foto:Ariane Schön

Por lo visto, esa técnica puede acomodarse bien a una estructura decentral, donde la población del lugar, las comunidades indígenas puedan ser incluidas.

R.S. Eso es cierto. Los conos son desplazables  a todo lugar y cuando empiece la temporada de lluvia se las pueden desmontar o dejarlos parados. Inmediatamente esté seco, se puede despegar nuevamente con el proceso. De esa forma se minimiza las pérdidas en caso de que lloviera inesperadamente. Otra ventaja de los conos en relación a las piscinas es que no se desfigura el paisaje en forma definitiva.

¿Y cuanto cuesta uno de esos conos?

R.S. Nuestra meta es mantener los costos de construcción por  debajo de 200 $US por cono. Es posible bajar más utilizando sal o lonas baratas, dependiendo del caso. Para cuatro conos se necesita un panel solar para la provisión de energía eléctrica.

Ustedes han ensayado esos conos en la comunidad de Tahua. ¿Es real que las comunidades, es decir las  familias puedan manejar esos conos?

En teoría es posible eso. Se necesitaría un poco de formación. No se necesita estudiar para eso, alguien debiera estar allí, quien explique y demuestre en forma adecuada eso a la gente. Que las comunidades apliquen realmente eso y quieran hacerlo depende de muchas condiciones marco y, muy posible, también del hecho de cómo la gente acepte la técnica y se apropie de ella.

¿Han visto que existe predisposición de los comunarios? ¿O es que la gente tomó una actitud de rechazo?

R.S. No, absolutamente. Estaban eufóricos y querían participar cueste lo cueste. Varias comunidades quisieron tener los conos al mismo tiempo. El problema fue  que los veinte comunarios, que observaron el procedimiento, vinieron sólo por un día, pues al día siguiente desaparecieron.  No tenemos idea del por qué. Es posible que necesitemos a los del lugar para hacer trabajo de convencimiento sobre el proyecto. También etnólogos que conozcan las tradiciones milenarias de esas comunidades y puedan reflexionar sobre cómo introducir algo nuevo en las comunidades. Ahí nosotros los de ciencias exactas  estamos sobrecargados.

Ustedes han realizado un trabajo técnico básico, que nos parece ser muy prometedor, muy bueno. Aún falta los próximos pasos: el mercado, la aceptación de las familias. ¿Cuánto de ingreso podrían tener diariamente? ¿Cómo será el manejo de los conos en la comunidad? ¿Serán cooperativas? Tal vez no. En la extracción de la sal comestible es así, en algunos lugares, que la comunidad participa, pero en la práctica son las familias que se turnan y las aprovechan en ese nivel. Hay mucho que hacer para que esa prometedora tecnología pueda tener aceptación en la población del lugar.

R.S. También soy de esa opinión. Necesitamos economistas que debieran responder: ¿cuál el costo real si se quiere construir 4.000 conos?; ¿cómo financiarlos?; ¿necesitamos microcréditos?; ¿o debiéramos patrocinarlos y los trabajadores de sal devuelven el dinero algún día?; ¿quién es el comprador y cómo se financia?; ¿se puede producir una determinada cantidad con la correspondiente calidad que exija el mercado mundial?  Ahí existe un gran problema, que no depende  de Bolivia, sino tiene mucho que ver con el hecho de que Chile no quiere dejar su monopolio. La empresa chilena SQM ha subido su producción en un tercio para mantener su dominio en el mercado  aún cuando haya subido la demanda y para mantener la estabilidad del precio. Pienso que Bolivia va a tener muchas dificultades para  ingresar al mercado mundial muy a pesar de tener el mayor yacimiento  del mundo.    

¿Cuál la perspectiva del proyecto de conos al final? Aparentemente, el gobierno boliviano pretende sacar en grandes dimensiones  su proyecto ahora en cooperación  con Corea del Sur. ¿No será que el proyecto de conos  de Freiberg  “sea eliminado por la marea”?

R.S. Que sea eliminado por la marea, no creo. La cuestión es si el otro procedimiento tecnológico se evidencia como el más económico.

Se indica que esa tecnología de los coreanos, si realmente funciona, hace superfluo todo el proceso, incluso el químico, de las piscinas.  Aficionadamente expresado: podría saltar todo y obtener puro cátodo de litio, con lo que ya tendrían el producto semielaborado para la producción de baterías.  Qué clase de secreto tiene esa “otra” tecnología?

R.S. Admito no saber con exactitud. Sin embargo, supongo que se trata de un proceso electro químico. Es decir, se toma una solución salina y se la pone  en una tensión eléctrica y los iones se desplazan en una u otra dirección. Y así se puede separar litio, mediante los cátodos. El problema es que un proceso de esa naturaleza necesita mucha energía. La pregunta es, ¿quién paga la energía, aún puede ser rentable? Además hay problemas con las membranas a usarse que son muy delicadas y pueden quebrarse.  

 

   Cátodos de litio

   "La cuestión es si el otro procedimiento tecnológico se evidencia como el más económico."

   Aguas en Uyuni

   "Eso significa, que las aguas del subsuelo a sustraerse fueron formadas no por las precipitaciones actuales sino por miles de años. Por lo que es un recurso casi no renovable."

Un tema importante, en todo caso, son las consecuencias ecológicas en la obtención del litio. Uno de los factores importantes es el uso del agua. ¿Qué se sabe de esto?

R.S. La empresa estatal de minas COMIBOL ha hecho una estimación, apoyándose en los cálculos  de Chile, y necesita cerca de 4.000 metros cúbicos  de agua dulce y 5.000 metros cúbicos de agua salobre por día para la producción industrial. El agua del Rio Grande, el rio principal, no alcanza para cubrir esa demanda diaria de agua. Lo que quiere decir que tienen que extraer agua subterránea. Pero aquí hemos constatado por medio de  investigaciones de isótopos que esas aguas son fósiles, surgidas entre 90 y más miles de años. Eso significa, que las aguas del subsuelo a sustraerse fueron formadas no por las precipitaciones actuales sino por miles de años. Por lo que es un recurso casi no renovable. De extraerse y usarse esa agua, la “reserva del subsuelo” se vaciara.

Entonces es justa la preocupación de los pobladores del Salar de Uyuni  lo que pueda pasar con su producción de quinua y tubérculos y la crianza de llamas…?

R.S. También así lo vería. Con la extracción de esa cantidad de  agua bajará  la capa freática. A colación tendríamos  el agotamiento  de las fuentes y el secado de los bofedales, con lo que no sería posible el cultivo de quinua,  por ejemplo. La cuestión es también de dónde se extraerá y cuál la zona de influencia. Pero también para el caso de los conos surge la pregunta, ¿cuánto de agua fresca se necesitará para mantenerla limpia los conos y otros. Pues aún no tenemos un proyecto piloto para sacar estimaciones experimentales.

 

Más informaciones sobre el litio ver: http://www.amigo-latino.de/indigena/noticias/newsletter_07_11/485_atraso_0004.html
[1] El autor de la traducción del alemán al castellano es Muruchi Poma