TANI TANI Boletín electrónico, Nr.405- Año V, 09 de noviembre 2010  

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Bolivia puede producir baterias

Japón vrs. Corea

 

Bolivia puede producir baterías de iones litio
Bolivia puede producir baterías de iones litio pero  aún no está en la capacidad  técnica de fabricarlos para autos, dijo Prof. Voigt en una entrevista concedida a Tani Tani.

Prof. Wolgang Voigt es docente de la „TUBergakademie Freiberg“ de Alemania. Es especialista en química inorgánica, trabaja sobre temas: sales, solución salina, fusión salina, hidrato de sal, entre otros. Actualmente investiga el tema de los yacimientos de litio en Bolivia y Sajonia de Alemania. Juntamente con la Universidad de Potosí desarrollaron el “Cono de Evaporización”, una tecnología de explotación del litio en el salar de Uyuni.
La entrevista fue realizada por Muruchi Poma, Tani Tani, el 06-11-2010.

¿Cuándo estuvo últimamente en Bolivia?
Prof. Voigt: A principios de octubre de este año regresé después de haber estado cuatro meses en Bolivia.

¿Cómo debemos imaginarnos el litio?
Prof. Voigt: La salmuera, es decir la solución salina de contenido litio, es la materia prima básica. El litio es el metal más liviano y el más reactivo. Mediante un proceso tecnológico se gana de la salmuera el carbonato de litio. Es necesario entender que recién el carbonato de litio es la forma de litio utilizable. El carbonato de litio es la materia prima para las baterías en sus diferentes formas.

¿Hay carbonato de litio y carbonato de litio, cuáles son sus precios?
Prof. Voigt: El carbonato de litio con una pureza del 99,5 %, no precisamente para baterías de auto, está costando 1Kg. 6-8 US$. Mientras el de pureza 99,95 %, el adecuado para baterías de auto, está entre 15 y 30 US$.

¿Cuánto de masa de salmuera debe procesarse para conseguir una tonelada de carbonato de litio?
Prof. Voigt: En un promedio que varía entre 220 y 330 m³ en el Salar de Uyuni.

En Alemania también tienen litio, pero el problema son los costos de explotación. ¿Nos podría decir algo sobre esos costos?
Prof. Voigt: En Alemania tenemos litio inmerso en rocas, cuya explotación está por los 4.000 US$ por tonelada. En cuanto al litio en salmueras, caso Chile, indican que están por debajo del 1.000 US$ por tonelada.

¿En el mundo, dónde se encuentran los centros de investigación sobre el litio?
Prof. Voigt: De acuerdo a mi información: en Alemania, China, Japón y muy posible también en Rusia.

En cuanto a la utilización del carbonato de litio para baterías de auto, ¿dónde se viene investigando sobre esa aplicación del litio?
Prof. Voigt: Debemos diferenciar entre la investigación del carbonato de litio mismo, donde el objetivo es obtener un mayor porcentaje de pureza, y la de iones de litio para baterías de auto. Los países que arriba indique están ocupados en esos campos de investigación. Aquí en Alemania conozco al Prof. Seifert que se ocupa con el tema del uso del carbonato de litio para baterías de auto. 

¿Qué dificultades hay  para la aplicación del carbonato de litio  en las baterías?
Prof. Voigt: El litio no es el problema en las baterías, sino son los otros materiales, los electrodos, las membranas que los separan.  Otros especialistas están ocupados con la solución de esos problemas.

 ¿Qué nos dice en cuanto a la demanda internacional del carbonato de litio para baterías de auto, para el año 2020 Alemania contaría con un millón de autos eléctricos?
Prof. Voigt: Sobre esa cifra no quiero comentar. Pero es cierto que la realidad corre más rápido que los pronósticos. Los países con mayor demanda serán Alemania, China y todos los países con centros de concentración de población que quieran tener aire limpio.  Los chinos están trabajando intensamente para producir su propio carbonato de litio, pero aún no lo dominan.

 ¿Si la demanda está de corrida y la oferta de caminata, los precios del carbonato de litio debieran dispararse entonces?
Prof. Voigt: Al respecto no puedo decir nada. Eso tiene subidas y bajadas.

¿Entonces hablemos de las baterías de iones litio para autos?
Prof. Voigt: Existen varias empresas que están ocupados con esa producción: al sur de Alemania, en Sajonia,  en Corea. Tengo la impresión que van a acumular la producción, es decir crea reservas. No van a producir baterías sólo para autos, una buena cantidad irá a la industria solar. Es así que Alemania, este año, llegó al convencimiento que necesita baterías de almacenamiento rápido.  La demanda de las baterías de iones litio para autos está creciendo, pero hay otras industrias que igualmente están creciendo.

¿Posiblemente se enteró de que Bolivia decidido producir baterías de iones litio?
Prof. Voigt: Si, he escuchado. No son baterías de iones litio  para auto. Deben ser esas baterías de litio polímeros, no estoy seguro pero parece que son aquellas con el now how francés. Se trata entonces de pequeñas baterías. Esa decisión es racional, pues siempre dije: Bolivia  no tiene la capacidad  técnica,  la producción de baterías de iones litio para autos en Bolivia  no es posible en los próximos 10 años,. Pues para eso se necesita todavía muchos now hows; aquí en Europa aún tenemos problemas en la construcción económica  y cualitativa de baterías de iones litio para autos. Aún estamos en el proceso de desarrollo, no estamos listos todavía.

¿Entonces aún tenemos una tecnología experimental, el riesgo de una explosión de esa clase de baterías aún no se ha eliminado por completo?
Prof. Voigt: También los autos en base a gasolina tienen ese problema. Sin embargo, queremos tener un mayor porcentaje de seguridad. En la práctica es así que paralelamente se está produciendo e investigando.

Se sabe que Bolivia invertirá cerca de 900 millones de Dólares. ¿Qué nos dice al respecto?
Prof. Voigt: El problema no es el dinero, eso tiene Bolivia. Ya con 100 millones se puede hacer algo. Yo veo otros problemas. No veo que tenga un plan concreto. No se sabe como solucionarán el abastecimiento de energía, agua, infraestructura y otros. Bolivia necesita personal capacitado que pueda hacer un plan tecnológico. Nosotros hemos presentado propuestas. Se necesita una industria química, por ejemplo. Para la producción del litio se necesita elementos químicos como carbonato de  sodio, bases y ácidos. Bolivia tiene una fábrica de acido sulfúrico, obsoleta e inadecuada.

 ¿Incluso para  la producción de baterías de litio polímeros se necesitas esos elementos químicos?
Prof. Voigt: Indudablemente. Si no los produce, Bolivia está obligado a importarlos.

¿Qué opinión tiene usted en cuanto al nivel de cualificación del personal de Bolivia?
Prof.Voigt: El nivel científico de las universidades debe ser elevado. Es importante que los estudiantes no sólo escuchen teorías, sino que puedan hacer sus prácticas. Es algo que tienen hacerla en las universidades y no recién en los lugares de trabajo. Si es que hay especialistas en Bolivia, he escuchado, se están yendo a los países vecinos.

¿Se explotará el Salar de Uyuni, una atracción turística actual, entonces desaparecerá esa belleza?
Prof. Voigt: No, no va a desaparecer. Lo más que puede suceder es que quede desfigurado. Pero eso depende de la decisión del mineral o minerales que se quiera ganar y de la tecnología que se aplique en la explotación.  Las piscinas esas deforman la superficie.  Si quiero producir también cloruro de potasio necesito mucha inversión, por ejemplo en transporte.  De ahí que yo propuse, primeramente producir litio después el cloruro de potasio. Una vez que se haya generado ingresos con el litio se puede continuar con aquello.

¿Ustedes han desarrollado esa tecnología llamado “cono de evaporización”, que se parece a un chulu, qué ventajas trae para el medio ambiente?
Prof. Voigt: Esos conos necesitan superficies reducidas y se puede evaporizar rápido, es la primera ventaja. La segunda es que los conos se pueden mover en diferentes lugares y no se necesitan superficies planas cerradas como en el caso de Chile. La inversión que se necesita es relativamente baja, es otra ventaja. En el caso de las piscinas de evaporización necesito maquinaria, plásticos y elementos químicos, esa es la experiencia.

¿Y en cuanto al agua?
Prof. Voigt: En el caso de la evaporización no se necesita agua, ni en las piscinas ni en los conos. Recién en la purificación se necesita agua.

¿Tiene usted alguna idea, los que deciden por qué no tomaron la “tecnología del chulu”?
Prof. Voigt: No tengo idea. No tengo una explicación lógica.


¿Tal vez sea porque es una tecnología alemana patentada?
Prof. Voigt. No es una tecnología sólo alemana, es una patenta boliviana alemana. Con la universidad de Potosí tenemos la patente en forma paritaria, para ambas 50 y 50%.

¿Qué planes tiene con la Universidad de Potosí?
Prof. Voigt: Queremos constituir un Instituto de Salar, que sería única en América del Sur. Se formaría un Instituto boliviano con la posibilidad de que puedan acoger también a los interesados de Chile y Argentina.