TANI TANI Boletín electrónico, Nr.475- Año VI, 24 -06-2011  

¿Qué son Transgénicos?

Transgénicos, No pasaran

Transgénicos en Bolivia

Atención-Ley de transgénicos

Carta al Presidente.

Preocupación en el exterior

Revolución productiva sí
pero sin transgénicos

El glisofato y la coca

El tribunal europeo contra los transgénicos

Nos “transgenizaron” completamente

www.amigo-latino.de

tanitani1@web.de

 

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Transgénicos:
La comida Terminator

Fortunato Esquivel, (SZ, 22-06-2011)

Arnold Schwarzenegger, se convirtió en mi actor preferido tras verlo en la película “Terminator” en la que es protagonista como ser producido en laboratorio. Tiene toda la apariencia de un humano, pero no lo es. En cambio es una máquina asesina, incapaz de reproducirse, es estéril, pero también es indestructible.


Terminator, vino a mi mente con motivo del alboroto generado en nuestro país a raíz de la aprobación de la nueva política que garantizará la seguridad alimentaria, con base en la Ley de Productividad  que lleva adelante el gobierno que representa a las 36 nacionalidades que conforman el Estado Plurinacional.

La Ley está aprobada, pero su promulgación está retrasada. Se dijo que este 21 de junio, sería puesta vigente con la firma del presidente y su consecuente impresión en la Gaceta Oficial. Hoy mismo se anunció que será promulgada el próximo domingo.

Algunos parlamentarios aseguran haber eliminado los artículos referidos a los transgénicos, otros lo niegan y sostienen que nada se cambió. Lo cierto es que el contenido de la norma será conocido el día de su promulgación. Esperemos, no existan sorpresas.

¿Qué diferencia existe entre las semillas normales y las transgénicas? Ésta es una explicación que deberían ofrecer los expertos, sobre todo los investigadores de las diferentes universidades estatales. ¿O no los hay?.

Los entendidos, dicen que la ingeniería genética, es un proceso mediante el cual se crean organismos transgénicos, bajo las siguientes premisas científicas: “Las criaturas vivientes transmiten a sus descendientes sus rasgos a través de los genes. Los genes codifican los rasgos particulares de cada ser, como ser el color de los ojos, las enfermedades hereditarias, la producción de hormonas y otros”.

En la ingeniería genética, los genes de una especie, son transferidos a otra, algo imposible en el proceso natural de producción sexual. En otras palabras, se trata de transferir genes de animales a plantas, de animales a bacterias o de humanos a otras especies no humanas. ¿Qué puede salir de estas mezclas? Los científicos son muy parcos y prefieren no pronunciarse. Otros lo hacen con advertencias de no ir adelante, sobre todo con alimentos, pues accidentalmente podrían crearse supervirus resistentes a los antibióticos. Los biotecnólogos son más entusiastas y dicen que se podrán lograr frutas que combatan las caries, arroz con incorporación de vitamina A y otras linduras como alimentar a los hambrientos del mundo. Como si eso no podría lograrse con alimentos naturales.

SEMILLA TERMINATOR

El periodista puertorriqueño y catedrático del Instituto de Ecología Social, Carmelo Ruíz Marrero, es inventor de la expresión “semilla Terminator” que ahora utilizamos aquí. Ocurre que los biotecnólogos tratan de convencernos para sentarnos a mirar que las cosas pasen sin pronunciarnos, pues presuntamente se ha encontrado la forma de poner fin a la contaminación genética a través de una tecnología para hacer que las semillas generen plantas estériles.

En cambio, quienes nos inscribimos entre los detractores de la biotecnología. Somos contrarios a esas semillas suicidas o “Terminator”. Los agricultores, sobre todo los pequeños, se verán forzados a comprarlas todos los años, pues esas semillas al ser estériles no sirven para guardarlas para la próxima siembra, como acostumbran nuestros campesinos.

Si las cosas van por ese camino, el control caerá bajo el dominio de las gigantes transnacionales como Monsanto y Dupont. Los agricultores, pequeños y medianos, no tendrán otra opción que aceptar las semillas “Terminator”. Esta tecnología claramente inmoral, terminará por robar el derecho milenario de guardar e intercambiar semillas.

Las semillas transgénicas aún están en periodo experimental. No se sabe a ciencia cierta qué pasará con los pájaros, los insectos, hongos y bacterias que las consuman. Nadie puede asegurar que estas semillas estériles  sean aptas para el consumo humano. Podríamos estar ante problemas ambientales desastrosos.
Definitivamente, los bolivianos no estamos preparados para aceptar las semillas genéticamente manipuladas y menos para que se experimente con nuestra salud y la de nuestros descendientes.